Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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lunes, 18 de mayo de 2009

Tengo... amor

Tengo un rinconcito para ti,
para escondernos,
para esconderte si quieres...
Para guardar tus trapos sucios y limpios,
para guardar tus fantasmas.

Tengo un rinconcito que abriste tú mismo
cuando te acercaste,
cuando acariciabas mi alma,
mientras me descubrías,
mientras me conocías antes de hacerlo yo misma.

Una velita alumbra nuestro rinconcito,
y tus ojos ponen el resto de la luz.
Una copita para brindar,
y un brindis eterno de amor consciente,
de amor inconsciente y de amor eterno.

Una llamita que arde,
una velita que se funde,
un fuego que calienta...
Unos corazones que arden,
unos cuerpos que se funden,
nuestros alientos nos calientan...

Una pasión de locura
y la locura de quererte.
Amarte en el placer
y el placer de amarnos.
Sentirnos sin hablarnos
y escurcharnos sin palabras.
Besarnos como en sueños
y sueños hechos besos.

Tengo un rinconcito,
un rincocito todo tuyo,
Un castillito rojo sangre.
Un corazón con un dueño.
Un dueño con tu nombre.
Y una llave universal que eres tú.

y tú ¿quién eres?,
tú, eres el AMOR.

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MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE