Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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miércoles, 24 de noviembre de 2010

***
Sólo yo,
sé cuánto te quiero,
y aún así, no logro comprender
lo grande que es este sentimiento...

Miro al cielo.
Imagino el infinito,
extenso,
ilimitado,
pero tremendamente pequeño,
a este corazón que has hecho tuyo.

 ***
Y desgatados mis pasos
que sugerían ir a ti,
se ha roto el camino
para no volver hacia atrás,
así, tu pecho,
se ha convertido en el hogar
donde habita una parte mi alma.

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MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE