Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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domingo, 6 de febrero de 2011

La bella y "la bestia": el pacto del diablo



Un sufrimiento que se arrastra,
se lleva a la persona en tormenta,
desbordando torrentes para dejarla,
entre fangos,
con dificultades para avanzar.

Aplastantes, los pies,
pegados a un baile de locura,
y a una sangría
de sentimientos contrapuestos,
que fustigan el hábito del pecador.

Con cadenas incrustadas en los pulmones,
que se hinchan, a cada golpe de aire,
pegándose más,
el hierro ardiendo a su carne,
y a cada eslabón que le ata.

Su esqueleto transpira la desdicha
de una muerte lenta
entre el limbo de la agonía,
y la incomprensión de un mundo
que ha servido de retrete a su felicidad.

La ceguera de corazones domesticados,
son el peso de las almas cándidas,
que se esconden en las cuevas del delirio,
y pretenden cambiar el tiempo.

Hace muchos años la conoció.
Era un pequeño demonio
con nombre de mujer,
que le ofreció
los pactos de un Dios...

Ana se llevó lo que más tenía,
cuando le dijo,
te convierto en princesa,
pero tu vida ahora será "Mía".

Firmó un contrato
de tinta invisible,
y desde el silencio
su dolor deambula,
mientras se pregunta,
que si lo que tiene con su diablo,
es un pacto de fuego en el infierno,
y si a lo poco que le queda,
puede llamarse vida.

6 comentarios:

Daniel dijo...

Mi mente, mientras te leía, salió a pasear. No me dijo donde iba, sólo salí a despedirla cuando se fué y a saludarla cuando regresó.
Ya me ocurrió antes, así que sólo me resta agradecerte que pongas la letra mientras viajo.

Un beso enorme, Daniel.

Fran Picón dijo...

Todo lo que pueda decir se quedaría corto... un beso!

Teyalmendras dijo...

Esten texto logro arrastrarme a la inquietud que pretende alcanzar... Felicidades por saber crear estas sensaciones atraves de tus palabras.
Saludos...

Ana dijo...

Lo he leido en varias ocasiones y no he comentado porque duele, es de esos poemas que duelen, es desgarradora esa imagen que tantas y tantas veces hemos visto y conocemos.

Un beso mi niña muy grande

tsb dijo...

Sin duda las enfermedades del alma son las peores, qué difícil es luchar contra un fantasma que te va comiendo de dentro a afuera, no permitiendo ningún tipo de refugio a esa mente que va adelgazando aún más que el cuerpo.

Besos Mayte.

Anónimo dijo...

Es bonita tú poesía.
Un abrazo
KENIT


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE