Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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miércoles, 6 de julio de 2011

Piel


Estaba dormida
con la piel fría
como un cristal en invierno.

Desperté
con el cuerpo empañado
por tu aliento.

Y no me importó
quedarme ciega,
de ti.

9 comentarios:

David dijo...

Tampoco me importaría quedarme ciego así...

Sublime!!!

Haces versos, trasmites vida :))

Besos de admiración

Fran Picón dijo...

Genial!!!!

Andrea dijo...

Si es de esa forma, viviría ciega toda mi vida.
Precioso!
Un beso:)

Daniel dijo...

Despertamos y damos paso al resto del día......en esa ceguera que describes el día que queda por transcurrir aparece repleto de luminosidad. ¡¡¡Quedémonos ciegos entonces!!!!

Besos y abrazos.

Ana dijo...

maravilloso poema, maravilloso, aliento de vida

Un beso grande

Teyalmendras dijo...

Palabras magicas iluminan esta ceguera de tus versos.
Magnifica entrada...
Saludos ;)

Камила dijo...

¡Bravo! la buena letra siempre será fruto de admiración...

fenix dijo...

preciosos versos mayte,muy bonito lo que escribes

tsb dijo...

Este poema no sólo se lee, se huele o se ve, estos versos se sienten como rocío fresco de primavera, como sol ardiente de verano como ola brava de otoño, como pluma blanca al viento del invierno.

Pero mira que escribes bien!!!!

Abrazos Mayte.


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE