Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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domingo, 4 de diciembre de 2011

Impunidad

El pecho húmedo
todavía evapora
tu nombre desde mi piel.

Los trazos de saliva
en el pezón erecto
son reducto
de un pasado invisible
que froto hasta sangrar
y no me abandona.

En ellos
sólo vergüenza y desamparo
desde que en aquel río
todos los sueños
todas las ropas
fueron robados y ahogados
con la impunidad
con la que circula el viento.

Mil maneras
y más inventos
para desaparecer
ocupan
la mayor parte del tiempo
que ya no ocupas tú.

2 comentarios:

Ana dijo...

Ufff Mayte hay poemas y poemas, en este te has salido del todo.

Buenísimo un besazo

Ana

Andrea dijo...

Wow, ¿te he dicho alguna vez que escribes increíblemente bien?
Es precioso.
Un besote, guapa:)


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE