Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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martes, 29 de noviembre de 2011

La traición tiene el sabor
del veneno que no mata.


Después nos convertimos
en un personaje de Kafka
intentando sobrevivir
en un mundo que no nos calza.

Espejismos

Soy la rama seca de un árbol perdido
que engalana la más solitaria montaña.

No soy fruto que se come y se lame
sino el oasis de un desierto infinito.

No ames a esta frágil y muerta tara
que se mantiene en pie por el sostén de la roca.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Puertas de sal


Me escondo
cómo el exótico animal
que muere en una jaula.

¿Acaso,
nacer paloma sin plumaje
no fue suficiente?

Quiero desgranar
la misma tierra que me parió,
extenuar los dedos buscando
dónde quedó lo mejor de mi.

Me escondo,
y en este sucio agujero
espero que alguien me beba,
ser usada como "algo"
cuya utilidad
justifique la existencia.

Es lo que no sucederá
lo que resbala en estas lágrimas.

Cierro mis puertas de sal,
anulo las ganas y me reconozco.
Oh, esta soledad afilada
que apunta con el dedo,
que señala y deja señal.

Soy ausente de mi misma
y mi propia negación.

No quiero doler más.

Y soy.
Soy solo para llaves
inmunes al salitre.







* * *
"Pero cuento con tu risa, no lo olvides, desde la noche oscura hasta el alba,
cuento con tu risa que es lo mismo que no tenerle miedo a casi nada"
(Complices)


domingo, 13 de noviembre de 2011

Paz






¡Tengo una extraña paz!

Creí que
solo podría alcanzarla
a las puertas de la muerte.

Yo, los vi,
a todos aquellos que se despedían
con los ojos ya sin brillo,
ciegos de vida,
levantando suavemente los dedos
arrastrados de su mano,
y decir en silencio:
¡dejadme marchar!


Y ahora,
¡Tengo una extraña paz!

Tan poco espero del nuevo día,
tan grande me parece un beso,
que ahora,
que no es ayer,
que no será mañana,
que no será ni instante
el momento que está ocurriendo:

¡Tengo una extraña paz!

lunes, 7 de noviembre de 2011

Tanto


Te amo tanto
que temo
con la caricia de mis deseos
rasgar lo que eres.

Y paso rápida por tu lado,
casi en silencio,
como pasa la lluvia de verano.

Te amo tanto
que temo
con la intensidad de mis besos
robarte el aire.

Y te rezo mis oraciones,
en los días de frío,
en los de lluvia,
y a cada gota
que cae
dibujando en el suelo
la palabra no nacida que
fue cubierta de tierra
por mis silencios.

Te amo tanto
que besar la distancia
es como besarte a ti.

Distancia, la única
que no nos dejará
hacernos daño,
aunque ahora, tal vez,
sea lo que más duela.



Lo que nos queda

 
Hubo un lugar 
que fue para nosotros.
 
***

Ahora, 
sólo la luna es el espacio virgen 
sobre el que podríamos bailar 
sin que la gravedad 
aplastase las vértebras contra el fuego.
 

MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE